Estas son mis dos pequeñas abejitas...
La grande, la del pijama azul, va al mini-cole a la clase de las abejitas.
Y esa es toda la explicación que hace falta para comprender por qué nació la pequeña abejita que sostiene.
La ilusión que le hizo cuando la hice fue increíble.
¡¡Su propia abejita para jugar en casa!!
Y a mi también me hizo mucha ilusión, porque es el primer amigurumi de mi invención.
Es lo más simple del mundo, pero sigue siendo mío, y estoy de lo más orgullosa de ella.
Tengo en la cabeza muchos proyectos de mi cosecha, pero no me lanzo porque son bastante complicados.
Bee fue mi primer intento (y además satisfactorio, lo que está muy bien) para empezar a cogerle el truquillo a lo de ir sobre la marcha.
Tendrá sus fallos, pero era lo que tenía en la cabeza.
Y como amigurumi no se puede quejar: ha volado, rodado, le han dado mil besos y abrazos, le han cantando su canción y se la han llevado de paseo.
¡¡Y lo que le queda aún!!
Bienvenida a casa, pequeña Bee.
